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jueves, 24 de noviembre de 2011
de niña a mujer
tantos recuerdos,tanta tristeza en mi niñez,
que casi no me di cuenta de mi paso de niña a mujer.
a muñecas y casitas poco podía jugar,
pues los muñecos eran hermanos y la casita de verdad.
con poco mas de diez años,tuve que asimilar
que mis obligaciones eran otras que los libros de estudiar.
no le daba importancia a aquella temprana edad,
para mi era solo un juego de casitas de verdad.
en la que yo era una madre,con unos hijos que cuidar.
pero el juego no acababa como en la vida real,
cuando te llama tu madre que es la hora de cenar.
Mar
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